(InfoCatólica) La productora española INFINITO + 1 vuelve a demostrar su confianza en los espectadores. Gracias al apoyo popular, sus tres primeros largometrajes (La última cima, Tierra de María y Footprintrs) se han distribuido hasta ahora en 27 países del mundo... sin haber recibido ninguna subvención, ni el respaldo de ninguna cadena de TV a sus proyectos, sino gracias exclusivamente a la colaboración directa de los espectadores.
En palabras de su director, Juan Manuel Cotelo:
«No hubiéramos podido producir ni distribuir ninguna película, sin ese apoyo generoso, pues muchos no se han limitado a ir al cine, sino que nos han ayudado a conseguir salas en cada país y han promocionado nuestras películas a través de whatsapp o las redes sociales. Su grado de implicación es tan grande, que les llamamos cariñosamente las »locomotoras« de INFINITO + 1.»
Hasta ahora, INFINITO + 1 pedía abiertamente esa ayuda para conseguir salas de cine. Esta colaboración con el público ha sido la clave de su innovador sistema de distribución, en todo el mundo. Ahora confían en la implicación de los espectadores, pero ya desde antes de hacer la película, en su proceso de financiación. Por ello, han lanzado una campaña de «crowdfunding» que permite a cualquier persona del mundo donar dinero para sacar adelante su nuevo proyecto cinematográfico: una película sobre el PERDÓN, titulada EL MAYOR REGALO.
«No existe un arma más poderosa para alcanzar la paz, en cualquier país y ante cualquier conflicto», explica Juan Manuel Cotelo, quien anuncia un contenido sorprendente y esperanzador: historias reales de reconciliación, en diversos países: Colombia, Israel, Irlanda, Siria, Sudáfrica... Veremos a personas tan conocidas como Tim Guénard -campeón nacional de boxeo en Francia, autor del bestseller «Más fuerte que el Odio»-; a Irene Villa, víctima de un atentado terrorista (España); a Shean O´Doherty (Ex-jefe de explosivos del IRA, en Irlanda) y a otras personas de México, Afganistán...
Sumando muchas pequeñas aportaciones (incluso de 1 euro), confían lograr que este proyecto se convierta en realidad. Y no sólo se comprometen a hacer una película impactante y conmovedora, sino que ofrecen a sus donantes, como agradecimiento, una serie de regalos atractivos, como intervenir en la película como actores, recibir clases de producción de cine, así como variados objetos de uso casero, todos ellos con un mensaje reconciliador.
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