Hermanas Josefinas ofrecen auxilio a familias migrantes • El centro de acogida...

Hermanas Josefinas ofrecen auxilio a familias migrantes



• El

centro de acogida y formación para mujeres y familias migrantes cumplió su

primer año de operaciones.







Hace

un año, la Congregación de las Hermanas Josefinas decidió dar un paso

importante en su apostolado en la Ciudad de México, y extender su labor a favor

de los hermanos migrantes. Así nació Cafemin, un centro de acogida y formación

para mujeres migrantes y sus familias.



La

idea de fundar este hogar –que sirve de refugio temporal a personas de

diferentes nacionalidades– comenzó seis años atrás, en una asamblea de la

congregación con representantes de varios países, y en la que se revisó el

caminar de la obra josefina.



“Allí

surgió la inquietud de impulsar nuevos proyectos, entre ellos, un centro de

espiritualidad en el Distrito Federal, pero pensamos que no podíamos darnos el

lujo de tener un lugar sólo para hacer oración, retiros y reflexiones, sino que

debíamos realizar un apostolado acorde a las necesidades y realidades

apremiantes que vivimos”, explicó la madre María Magdalena Silva, superiora de

las hermanas que atienden el Cafemin.



Añadió

que se escogió como destinatarios a los hermanos migrantes, “porque son una de

las poblaciones más vulneradas, ya que se ven obligados a dejar sus casas y

países para ir en busca de mejores condiciones de vida, muchas veces perseguidos,

víctimas de la delincuencia organizada, sobre todo los centroamericanos, y en

el camino sufren todo tipo de abusos”.



Este

nuevo proyecto de las hermanas josefinas –que hasta entonces se dedicaban al

trabajo en escuelas, hospitales, casas hogar para niños y ancianos– está

dedicado especialmente a la atención de mujeres migrantes y sus familias,

aunque las puertas no están cerradas para los varones que llegan solos, aunque

estos deben ser canalizados por instituciones como la Secretaría de Desarrollo

Rural y Equidad para las Comunidades del Gobierno del Distrito Federal

(Sederec).



La

idea de las hermanas josefinas iba más allá de cubrir las necesidades básicas

de hospedaje, aseo, alimentación y servicio médico a los migrantes. Las

religiosas querían ayudarlos a incorporarse a la sociedad productiva,

ofreciéndoles herramientas necesarias para iniciar una nueva vida, de la mejor

manera posible, cuando decidieran quedarse en México.



“Nos

dimos cuenta que muchos de ellos, cuando llegan al DF, ya no quieren continuar

hacia los Estados Unidos porque están muy desgastados, violentados, robados,

extorsionados, secuestrados… para ellos la capital es como un oasis, ya no

quieren continuar pero tampoco volver a sus países”, refirió la madre María

Magdalena.



Ante

esta situación, el Cafemin los acoge sin ningún costo, por un tiempo de dos a

tres meses, durante el cual se les ofrecen talleres de capacitación para el

trabajo, como panadería, gastronomía o computación, y ya se cuenta con todo lo

necesarios para iniciar las clases de alta costura.



Acompañamiento



Durante

su estadía en Cafemin, los migrantes también reciben apoyo en sus procesos

migratorios, así como ayuda psicológica y jurídica, porque muchos tienen algún

familiar secuestrado o desaparecido en el tránsito. “Este proceso personal es

muy importante porque los hermanos vienen muy dañados, en situación de

depresión, hay que trabajar mucho para ayudarlos a levantarse”, manifestó la

superiora.



Este

proceso incluye gestiones ante las escuelas de la zona para que los niños

puedan continuar con su educación, y se ayuda a los adultos a conseguir un

empleo digno. Una vez que logran estabilizarse, es el momento de independizarse

e iniciar su nueva vida.



El

centro tiene capacidad para albergar a veinte familias. En el primer año han

recibido a más de 150 personas de diferentes partes del mundo, como Rusia,

África, Centro y Sudamérica.



Aunque

para la operación del Cafemin se cuenta con el apoyo de instituciones como la

Organización Internacional para Migrantes, Sin Fronteras, Derechos Humanos, el

Servicio Jesuita y Sederec, la madre María Magdalena refiere que las

necesidades son muchas, especialmente en lo que toca a alimentos, ropa y

artículos de limpieza.



Informes

para donativos



Teléfono:

5759-4257. Calle Constantino 2051, Col. Vallejo, Del. Gustavo A. Madero. Estación

del Metro Misterios, salida consulado Norte.





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